Se disparan las matriculaciones de motos en España

España es un país que destaca por ser muy motero. Solo tenemos que echar un vistazo a cómo es el campeonato del mundo de Moto GP. En él, un gran porcentaje de corredores son de nuestro país y, además, cuatro de los circuitos en los que se celebra el campeonato se encuentran en el interior de nuestras fronteras: concretamente en Jerez de la Frontera, Cheste, Montmeló y Alcañiz. Estos datos ya ilustran la pasión que tenemos aquí por unas motos que constituyen una de nuestras principales preferencias a la hora de desplazarnos.

Aunque hayamos hablado de un campeonato de motociclismo, lo que es evidente es que esto solo refleja cómo es nuestra vida y nuestra rutina. Si nos paramos a analizar atentamente cuántas motos hay a nuestro alrededor, quizá nos demos cuenta de que son más de las que nos hayamos dado cuenta. Y es que estamos hablando de uno de los medios de transporte que tiene la capacidad de llamar la atención entre personas de todo tipo, con independencia de su sexo o de su edad. Eso es lo que explica que haya tanta gente interesada en adquirir una moto en el interior de nuestras fronteras.

Si tuviéramos que hacer especial hincapié en las provincias que son más moteras en España, nos encontraríamos con las de Girona, Málaga, Granada, Cádiz y Baleares, lugares en los que siempre hay mar. Es curioso ver cómo provincias como lo son Madrid y Barcelona no se encuentran entre las principales a pesar de ser las que más gente albergan en su interior. Estos son datos que han sido publicados por la página web del diario Marca y que, desde luego, revelan la importancia y la tradición por las dos ruedas que hay en diferentes zonas de nuestra geografía.

Una noticia que fue publicada en la web de Vozpópuli informaba de que las ventas de motos en España crecieron un 12% en el año 2019 y que esperaban una subida del 3% en 2020. Aunque es cierto que este último dato fue condicionado más tarde por culpa de la pandemia, la verdad es que solo con leer la noticia ya podemos entrever el amor que hay en nuestro país por las motos. Y es que el hecho de que sea un medio de transporte de lo más manejable es algo muy valorado por las personas de nacionalidad española.

Es normal que, teniendo en cuenta la tradición motera que hay en España, sean muchas las personas que se hayan decantado por comprar una moto en alguna ocasión a lo largo de su vida. No nos resulta en absoluto extraño ni mucho menos. Esto nos lo pueden confirmar los profesionales de la gestoría Toledano, que han gestionado la matriculación (vía online) de miles de estos medios de transporte en los últimos años solo en lo que respecta a la provincia de Alicante. La libertad y la comodidad que ofrece una moto es, desde luego, su principal argumento de compra por parte de las personas interesadas.

Una tradición con mucho futuro en España

Ni que decir tiene que hay mucho futuro en lo que tiene que ver con las motos en España. Y es que no para de crecer el número de personas que ha apostado por un medio de transporte como este. Una de las zonas más tradicionales es la de la Comunidad Valenciana, que siempre ha sido una referencia al margen de las que os comentábamos más arriba. Y es que no es casualidad que en ella se celebre uno de los grandes premios más importantes del Mundial de Motociclismo (un gran premio que, por cierto, es el último del año).

Una de las claves para ello es que este asunto llama la atención de personas de una horquilla de edad muy amplia. Son muchos los jóvenes a los que las motos llaman la atención, pero hay también cada vez más adultos e incluso personas jubiladas que sienten la necesidad de subirse a un aparato de estas características aunque sea para dar una pequeña vuelta. Y es que no es para menos. Estamos hablando de una sensación que no se puede comparar prácticamente con nada parecido en este mundo.

Podríamos decir que la moto es un medio de transporte que vive en una edad de oro permanente en España. Es el medio que más libres nos hace sentir en muchas ocasiones y que más cómodo nos resulta. Todo el mundo debería sentarse en una de ellas y conducirla alguna vez. No nos extraña que haya una legión de aficionados y aficionadas a este medio. Y nos extrañará que siga creciendo ese número de cara a los próximos años. Todo apunta a que va a ser así. Es cuestión de tiempo que llevemos la razón.

 

 

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