Todos los sectores viven una época nueva por culpa del coronavirus. En algunos sectores les han cambiado la vida para mejor, en otros para mucho peor. Hoy queremos hacer un estudio de cómo ha afectado la pandemia a uno de los elementos más potentes de España, la pizarra. Hay que recordar que España exporta el 95% de su producción de pizarra: es el primer país productor del mundo de esta roca gracias a la calidad de la pizarra española y su precio competitivo, como consecuencia de los menores costos económicos derivados de la construcción y el mantenimiento de este material de larga duración.
En este caso, el sector de la pizarra ha dado a conocer los últimos datos que tiene sobre exportaciones de los primeros cinco meses del año. Es decir, justo en los de pandemia, sin incluir el pasado mes de enero. Hasta junio, en términos generales destaca el dato de un descenso del 19% en las toneladas vendidas fuera de España, en concreto 171.167 toneladas, frente a las 211.000 del mismo periodo del año anterior. Una cifra que pensamos que está muy si pensamos que durante dos meses la paralización de todos los sectores fue total. Pero hay un dato que es positivo. El precio de la tonelada ha aumentado en el 3,1%. Ha pasado de los 546 del año pasado en ese tiempo, a los 563 euros actuales.
Momentos complicados
Hay que recordar que el sector de la pizarra decidió paralizar su actividad ante los problemas que se plantean no solo en el transporte de los trabajadores, sino también con los suministros por parte de los proveedores de las empresas pizarreras e, incluso, en la salida del producto. El sector tomó una decisión unánime, consensuada previamente con los trabajadores, y decidió parar durante esos 15 días. Un tiempo que ha sido duro, pero que parece que se ha podido recuperar, gracias al trabajo previo que se había realizado en las empresas.
Por países
La venta por países también nos deja datos muy curiosos. Por ejemplo, Portugal compró en estos meses, especialmente en las semanas más duras de la pandemia, un 387% más de pizarra que en el mismo periodo del año anterior. En concreto los pizarreros españoles vendieron al país vecino 2.674 toneladas, frente a las 549 del año anterior. Un dato positivo y que hay que agradecer a nuestros vecinos. A Francia, por ejemplo, se facturó un 21% menos, más de 41,8 millones de euros. Mientras que a nuestros ‘amigos’ del Reino Unido compraron un 34% menos de pizarra. Un descenso que se suma al ya producido por el famoso brexit. Por último, Alemania mantiene el porcentaje, a la que le facturaron los mismos 15,8 millones que el año pasado en estos meses. Marruecos también compró.
Dentro del sector de la pizarra existen casos singulares como Ardoises Despagne que han sabido aguantar el tirón y seguir produciendo durante estos meses tan duros. Esta empresa familiar lleva 3 generaciones seleccionando y comercializando pizarra española de la mejor calidad y se beneficia de una gran experiencia en este sector así como también de una profesionalidad indiscutible.
«Desde un principio optamos por la seguridad de nuestros trabajadores ante una emergencia de carácter excepcional como es esta. Entendimos que la pizarra no es un producto de primera necesidad para no ir al cierre y así lo decidimos», aseguran fuentes de la empresa.
La pizarra de esta empresa esta extraída y elaborada a partir de los mejores yacimientos y puede ser adaptada a todo tipo de aplicaciones o prescripciones. Una vez elaboradas, están listas para ser exportadas a más de 20 países, gracias a un sistema de transporte ágil y eficaz.
Características
Ya sabes que la pizarra es uno de los materiales más resistentes y estéticos, con sus sutiles variaciones de tonalidades y texturas. Con su estructura natural y sus características versátiles, la pizarra es y seguirá siendo durante generaciones una preferencia natural de arquitectos, diseñadores y constructores.
En estos tiempos cuando se habla tanto de otros sectores, es importante ver cómo empresas de las consideradas antiguas, han sabido amoldarse a esta situación. Las empresas que se dedican a la extracción y posterior instalación de la pizarra, han dado todo un ejemplo. Esto no quiere decir que no se aventuren tiempos de incertidumbre, donde solo los más fuertes serán los que aguanten el tirón. Una vez concluya la situación generada por la crisis y se recupere cierta normalidad, será el momento de hacer un análisis.