No es que la gente no tenga buenas ideas, es que parece que cada uno de nosotros, dependiendo de sus intereses, tiene cierta “gracia” para algunos temas en concreto y “ninguna gracia” para otros. Por eso no es difícil encontrar amigos a los que acudes dependiendo del tema que te traiga loca en ese momento. Por ejemplo, casi todos tenemos a esa amiga amante del maquillaje y de los productos de cosmética, a esa otra amiga que adora a los niños y puedes preguntarle casi cualquier cosa, a la amiga loca que siempre está viajando, la que adora la moda, la que se siente diseñadora de hogares aunque no lo sea, la deportista, la mañosa que hace maravillas de manualidades, la informática o la cinéfila, y todas ellas tienen buenos consejos y buenas ideas que aportar al grupo ¿verdad?
Y en realidad eso es lo bueno, porque puede estar genial tener un grupo de amigos con los que compartes intereses, hobbies o gustos, pero también es maravilloso que todos sean único en sí mismo, y no solo por el tema de las aportaciones que se puedan hacer sino porque en la diferencia y en la diversidad reside la magia de la amistad.
Puede que eso me haya quedado muy filosófico pero en realidad no lo es tanto. El tema de la crisis sanitaria ha avivado el fuego entre ideologías, incluso algunos que se consideraban más centrales y menos extremistas están empezando a asomar la patita y personalmente me parece maravilloso que todos opinemos de algo y que todos podamos decir lo que pensamos, pero siempre bajo el prisma del respeto, algo que muchos de nosotros nos pasamos por el arco del triunfo. Si todos opinásemos sin faltar el respeto a nadie y dando argumentos veraces (no como muchos de los bulos que se dejan ver hoy en día en las redes sociales tanto de un lado como del otro) probablemente podríamos pensar diferente y ser muy buenos amigos. Hoy por hoy eso es casi incompatible.
Es como ese grupo de amigos en el que hay 5 seguidores del BarÇa y 5 del Real Madrid, puede que se lleven bien todo el año pero si son verdaderos fanáticos del fútbol (que los hay muchos), cuando lleguen ciertos temas delicados, y los grandes partidos, acabarán medio enfadados, y eso es lo que no tiene ningún sentido, al menos para mí. Pero bueno, este es un tema que daría mucho de lo que hablar en otro post, porque hoy lo que os traigo en realidad no son problemas de ideologías sino que vengo hablaros de los beneficios que tiene conocer gente con diferentes aficiones.
Por ejemplo, si tengo dudas sobre la crema que he de usar puedo recurrir a una amiga y si necesito que me ayuden a decorar una sala para una fiesta sorpresa pues puedo recurrir a otra. Así de sencillo y de maravilloso es de lo que vengo a hablaros, solo que esta vez lo apliqué a algo más importante que todo eso: mi hogar.
Reformando
Mi casa es más bien pequeña, aunque no me quejo porque mi familia y yo tenemos todo lo que necesitamos. Tal vez tener un segundo baño nos libraría de más de una discusión tonta pero, en el fondo, sabemos que es algo manejable que no va a acabar con nosotros. Sin embargo, como muchos de vosotros ya sabéis, un espacio pequeño abarrotado de cosas trae consigo agobio, estrés y problemas, sobre todo cuando ya ha habido un confinamiento y parece que puede venir un segundo, por eso hay que dar salida a los problemas de inmediato.
Uno de esos problemas reside en la cocina-comedor. Podríamos decir que no es como las mini cocinas americanas que vemos en algunos apartamentos de la costa, pero tampoco se acerca a las grandes ventajas de las cocinas de planta abierta unidas al comedor o a la sala de estar que vemos en los programas de reformas de la televisión, y por eso necesitaba un poco de ayuda para separar estancias y evitar que todo parezca aún más pequeño.
Hablamos largo y tendido sobre el tema, ¿y sabéis qué conclusión obtuvimos y aplicamos en mi casa? La celosía cerámica. En Cerámica para Arquitectura, una tienda online que jamás habría conocido sino hubiera sido por mi amiga, nos hicimos con unas celosías que han quedado preciosas para separar la cocina del comedor. Digamos que con ellas hemos separado estancias sin perder espacio ni luminosidad, ya que al ser huecas pasa la luz perfectamente y nos aportan la ventaja de poder hablar con nuestros invitados sentados en la mesa al tiempo que después, una vez sentados todos para comer, te aportan esa separación que necesitaba para sentirme más… elegante.
La verdad es que no sé explicarlo muy bien pero eso de estar comiendo en una cena formar, por ejemplo en Navidad, y tener la cocina justo al lado sin nada que me separe de ella me daba la sensación de no poder hacer nada elegante. Y es que comer en la mesa de la cocina es perfecto para la familia a diario, pero no lo es tanto si quieres hacer una cena con amigos o una comida de Navidad bonita y elegante. Gracias a las celosías ahora todo se aproxima un poco más a la idea que tenía en mente de lo que podría ser una comida en familia con invitados.
Pero ese no es el único cambio que hicimos, y es que como ya he comentado solo tenemos un baño en la casa y estaba demasiado anticuado. ¿Recordáis esos lavabos que son solo un pie de cerámica y nada más? Pues eso es lo que teníamos nosotros y no era nada eficiente. El problema es que el tema del baño, tuberías y demás, no es algo que deba hacer un aficionado, por lo que necesitábamos ayuda profesional y eso implica tener que invertir algo más de dinero. Sin embargo he de decir que Crear Sur, empresa también recomendada por mi amiga por supuesto, se adaptó a mi presupuesto en cada céntimo, y eso es de agradecer, ya que otras empresas no miran tanto por el cliente y van más a obtener sus beneficios (incluso aunque haya un presupuesto pactado previamente).
Ahora tenemos almacenaje en el baño, una ducha moderna y una decoración tipo spa que no imaginaba ni en mis mejores sueños.
El tamaño de la casa sigue siendo el mismo, escaso, pero he de reconocer que cuando la comodidad y la estética mejora, todo mejora con eso, incluso empieza a parecerte más amplio lo que en realidad sigue teniendo los mismos metros cuadrados, y eso no deja de ser curioso.
El resto fue coser y cantar, un poco de decoración por aquí, una mano de pintura allá, algo de organización gracias al nuevo almacenaje y muchísima paz. Podríamos decir que, desde que hemos hecho la mini reforma y la redecoración de la casa puedo entender mejor eso de que el minimalismo esté de moda, y es que, como bien dice el refranero español “a veces menos es más”.