No os confundáis. Ser un líder no es lo mismo que ser el jefe. Ni viceversa. La verdad es que este es un tema que, para quien tenga una empresa, debería haber quedado claro en un momento como en el que nos encontramos. El jefe lo puede ser por el simple hecho de ser el impulsor de una empresa. Pero, a la hora de ejecutar los trabajos, puede haber otra persona que sea la que asuma buena parte de la responsabilidad que ello implica. Hay que diferenciar entre las dos cosas porque nunca van a poder ser lo mismo y no merecen que se las valore de la misma manera.
Y ahora viene la gran pregunta: ¿Qué es más necesario, un líder o un jefe? Podríamos decir, antes de pasar a una segunda pregunta, que los dos perfiles son igual de necesarios en las empresas de hoy en día. Uno se encarga de organizar, el otro se echa a la espalda una carga de trabajo que saca adelante cueste lo que cueste. La segunda pregunta a la que acabamos de hacer referencia es: ¿puede un jefe ser un líder? Por supuesto que puede. De hecho, es lo que resultaría deseable. Y es lo que las empresas desean a día de hoy.
Un artículo publicado en la página web Psicología y Mente indicaba que existen diez diferencias entre lo que es un líder y lo que significa ser un jefe. Os las comentamos a continuación:
- Un jefe cree que es el que manda (y, por supuesto, tiene razón). El líder considera que puede ser útil en su empresa o departamento.
- El jefe impone, mientras que el líder procura convencer.
- El jefe, en muchas ocasiones, impone miedo. El líder, en cambio, procura transmitir confianza tanto a sus superiores como al resto de sus compañeros.
- En cuanto a la gestión de los problemas, uno busca encontrar culpables, mientras que otro considera que es mejor reorientar la situación y calmarla.
- El jefe distribuye las tareas y ordena. El líder, por su parte, aporta ejemplo y trabaja al lado de todos aquellos que colaboran con él.
- Uno aporta órdenes y, el otro, pedagogía.
- El grado de cercanía es muy diferente entre uno y otro. El jefe es una persona más fría, pero el líder suele ser alguien accesible.
- El jefe procura que todas las tareas estén claras en una organización más bien cerrada, pero el líder promulga el trabajo en equipo.
- Metafóricamente hablando, el jefe llega en hora, mientras que el líder llega antes de tiempo.
- El primero apuesta por el poder, mientras que el segundo hace valer en mayor medida su inspiración.
Las empresas de hoy en día requieren de perfiles directivos que no solo se valgan por el poder que les ha sido conferido. Es imprescindible que un jefe sea también un líder o que, al menos, tenga ciertas cualidades de liderazgo ya que, de esa manera, transmitirá una mayor confianza a toda la gente que trabaja para él. Ese es el motivo por el cual, según lo que nos indican los profesionales de Action Project, las empresas han empezado a demandar últimamente servicios dirigidos a fomentar ese liderazgo entre sus jefes de departamento y directivos.
Los resultados no se hacen esperar
Ni que decir tiene que los resultados de proyectos como de los que estamos hablando no se hacen esperar. La mayoría de las empresas que implantan esa formación para directivos destinada a impulsar en ellos características de liderazgo ven cómo todas las personas que componen su plantilla empiezan a sentirse más integradas en la formación y cómo todas ellas también ven potenciado su sentimiento de pertenencia. Y, como es lógico, eso termina siendo fundamental para estimular la productividad.
Estamos seguros de que cuestiones como la que acabamos de comentar son las que persiguen todas las empresas con independencia de cuál sea la actividad a la que se dedican. Sin embargo, hay algunas que todavía no han apostado por lo que tiene que ver con las diferentes técnicas de adquisición de valores de liderazgo. Puede ser esta la diferencia entre que nuestro negocio sea un éxito o que sea un rotundo fracaso. Y cosas como estas son las que condicionan la vida de los emprendedores.
No hay duda: hay que incentivar todo lo que tenga que ver con el liderazgo de las personas. Cuando no hay nadie al timón de una actividad, está claro que existe un mayor peligro de que sufra algún revés. Y un líder es el prototipo de persona que hace posible que siga habiendo un futuro próspero a la vuelta de la esquina de la empresa con la que colabora y para la que trabaja. Eso es lo que de verdad importa y lo que siempre ha de ser buscado.