Grasse, capital internacional de los perfumes

Desde la antigüedad, en cualquier época de la historia, a los humanos nos ha gustado rodearnos de aromas poderosos y olores delicados. Famosa por su aroma, además de por otros motivos más importantes, fue la reina egipcia Cleopatra, quien según se reseña en el portal Egiptología utilizaba un perfume conocido como mendesiano, por ser originario de la antigua ciudad de Mendes, y que se supone estaba compuesto por aceite de balanos, casia, mirra, resina y canela.

El perfume es un elemento etéreo, sutil, atrayente, poderoso… que tiene tras de sí una apasionante y aromatizada historia. Tanto es así que la medieval ciudad de Grasse, fundada en el siglo VII y situada en la Provenza francesa, perteneciente al departamento de los Alpes Marítimos, fue inscrita el 28 de noviembre de 2018 en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Unesco. Una ciudad enclavada en un entorno único, con callejuelas estrechas y laberínticas, soportales, plazas, palacetes y casas restauradas de los siglos XVII y XVIII, que ha sido condecorada como Villa de Arte y de Historia por el Ministerio de Cultura, como premio al valor de su patrimonio, y que merece la pena visitar.

La relación de Grasse con el perfume comenzó a forjarse en el siglo XVI con la fabricación de guantes perfumados, una costumbre que popularizó la influyente reina de Francia, Catalina de Médici. Continuando su desarrollo durante el siglo XVII y XVIII, cuando surgió un nuevo procedimiento de extracción de las flores, principio que dio lugar al perfume.

Con la llegada del siglo XIX y la Revolución Industrial, las máquinas hacen su aparición, lo que unido a nuevas técnicas de extracción de las flores hace que en la villa de Grasse se creen varias fábricas de perfume. Fábricas, por cierto, que hoy en día continúan produciendo fragancias y perfumes que después venden a grandes marcas. No en vano perfumes tan míticos como el «No 5» de Chanel, «Eau sauvage» de Dior o «Femme» de la casa Rochas, se concibieron en esta localidad del sureste de Francia, considerada hoy en día como la “Capital internacional de los perfumes”, tal y como nos comentan los expertos de la fábrica de perfumes Syrch.

Grasse posee un microclima y unas condiciones climáticas excepcionales, con temperaturas cálidas y la humedad del Mediterráneo, lo que lo convierte en un lugar ideal para el desarrollo de flores de perfumes delicados, como la lavanda o el jazmín (típicos de la zona), la rosa, el clavel, nardo, violeta, flor de azahar…, y un pilar muy importante de la economía local, ya que se necesitan muchos kilos de flores para lograr un poco de esencia, por ejemplo 200 kilos de lavanda, hacen uno de extracto o 8000 flores de jazmín equivalen a 1 kilo. De los 200 perfumistas que se estima que hay por el mundo, 40 se encuentran en esta pequeña localidad.

Toda la belleza de Grasse, al alcance de la mano

En Grasse podemos disfrutar de:

  • La Fiesta del Jazmín, el primer de semana de agosto. Es famosa su batalla de flores en la que la gente que asiste es rociada con agua de jazmín y agasajada con ramos de flores.
  • La ExpoRose, en mayo.
  • Las noches y siestas perfumadas. En algunas plazas de la ciudad se instalan tumbonas a disposición de los visitantes para que puedan descansar y disfrutar de los olores (cada año se dedica a una fragancia concreta).
  • Los jardines del Museo Internacional de la Perfumería. Se exponen alambiques de cobre y herramientas utilizadas en los procesos de elaboración de los perfumes, cómo se elaboraban, su historia, su evolución e incluso se puede poner a prueba el olfato en su jardín invernadero lleno de aromas.
  • Catedral de Notre-Dame de Puy. Estilo románico provenzal, construida en el siglo XI. En su interior alberga tres cuadros de Rubens, uno de Fragonard y estatuas de Baillet.
  • Villa-Museo Fragonard. Dedicado al pintor Jean-Honoré Fragonard, pintor de estilo rococó en la Corte del siglo XVIII, que nació en Grasse y vivió allí durante la Revolución Francesa.
  • Museo de joyería y ropa provenzal. El edificio en sí merece una visita. Alberga una excepcional colección de ropa y joyas tradicionales provenzales.
  • Escuela de perfumería. La más prestigiosa y exclusiva del mundo, donde se aprende el trabajo de un perfumista, lo que en Francia denominan como un “nez” una nariz, aquel que asocia notas olfativas, pues en perfumería al igual que en música se habla de notas y acordes. En esta escuela cada año solo 12 personas tienen el honor de asistir a las aulas del GIP, el instituto del perfume de Grasse, para una formación académica de 18 meses.

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