Está claro que la hípica no es un deporte de masas por muchísimos motivos, algunos bastante obvios como el hecho de que practicarlo conlleva un gasto económico importante y otros por cuestión de gustos, y es que no es un deporte de equipo que pueda llegar a entusiasmar a miles de seguidores y aficionados como el fútbol y el baloncesto. Pero, para quienes no lo sepan, España tiene una larga tradición hípica.
Para empezar, somos uno de los pocos países que cuentan con una raza de caballos para doma clásica catalogada como una de las mejores a nivel internacional, los PRE (Pura Raza Española). Tal y como nos cuentan en la Yeguada Mendoza Cadema, expertos en sementales PRE, el caballo de Pura Raza Española es la raza más extendida en España, se distribuye por todas sus Comunidades Autónomas y, asimismo, está presente en más de 65 países, tanto en la Unión Europea como en Países Terceros.
Características del Pura Raza Española:
- Cabeza: proporcionada, de longitud media y perfil fronto-nasal de subconvexo a recto; orejas medianas, muy móviles, bien insertadas y paralelas; frente ligeramente y discretamente abombada, ojos vivos, triangulares y de mirada expresiva.
- Cuello: de tamaño y longitud medios, ligeramente arqueado y musculado (en las yeguas en menor medida), bien insertado en la cabeza y tronco y con crin abundante y sedosa.
- Tronco: proporcionado y robusto, con una cruz discretamente ancha y destacada y un dorso consistente y musculado. El lomo deberá ser ancho, corto, musculado, algo arqueado y bien unido al dorso y a la grupa.
- Grupa: de longitud y anchura media, redondeada y ligeramente en declive. Cola de nacimiento bajo y pegada entre isquiones, poblada de abundantes, largas y a menudo onduladas cerdas.
- Miembros anteriores: espalda larga, musculada, oblicua y elástica. Brazo fuerte y de buena inclinación. Antebrazo potente, de longitud media. Rodilla desarrollada y enjuta.
- Miembros posteriores: muslo musculado, nalga ligeramente arqueada y musculada y pierna larga. Corvejón fuerte, amplio y neto.
- Movimientos: ágiles, elevados, extensos, armónicos y cadenciosos. Especial predisposición para la reunión y los giros sobre el tercio posterior.
- Temperamento: el PRE es un caballo equilibrado y resistente, enérgico, noble y dócil, con facilidad para adaptarse a diversos servicios y situaciones. Es un animal de fácil respuesta a las ayudas del jinete y de boca agradable, por lo que resulta obediente y con una gran capacidad de aprendizaje.
En definitiva, se trata de un caballo que destaca por su versatilidad como resultado de la conjunción de su equilibrio psíquico, su armonía de formas, su inteligencia y su voluntad de trabajo.
Un deporte clásico
El caballo comienza a ser visto para el deporte y en España ya funcionaba la Escuela de Caballeros o Caballería. Con el tiempo los españoles que se formaban allí eran muy bien vistos y catalogados.
Poco a poco se fueron formando los torneos y juegos a caballo. Lo que da paso al nacimiento de la equitación como disciplina deportiva y en Italia surge la primera escuela de equitación en 1539.
Al cabo de los siglos fueron surgiendo distintas técnicas en el arte de la monta, como la postura elemental de inclinarse cuando el caballo está saltando (técnica introducida en 1902, y para 1921 se funda la Federación Hípica Internacional (FHI), homologándose los reglamentos de las competencias internacionales, Juegos Olímpicos y otras disciplinas a caballo.
La FHI nace tras el voto de representantes de ocho federaciones nacionales: Bélgica, Dinamarca, Francia, Italia, Japón, Noruega, Suecia y Estados Unidos. En la actualidad hay 134 federaciones afiliadas a la FHI.
Para junio de 1901 se funda la Sociedad Hípica Española con el Duque de Uceda. Tal acción crea el precedente para la creación de la Real Federación Hípica Española.
Los terrenos del monte de El Pardo, de 64 hectáreas de extensión, fueron el lugar escogido para que funcionara la Real Federación y a inicios de 1936 el club de campo estaba consolidado y funcionaba muy bien pero la Guerra Civil afectó al desarrollo de la vida del club y también a sus instalaciones.
Cuatro años después todo vuelve a su funcionamiento anterior y las actividades se reanudaron para acabar con la fusión de la Real Sociedad Hípica Española y el Club de Campo con unos nuevos estatutos, denominándose a partir de ese momento Real Federación Hípica Española.
Desde 1969 se viene celebrando el campeonato de doma clásica de España y solo en 1987 hubo un parón, debido a la peste equina.