El estrés puede causar enfermedades periodontales

El estrés produce irritabilidad, cambio de carácter, dificultad para relajarse, nerviosismo, percepción de sentirse desbordado, baja autoestima, soledad, síntomas depresivos…

«Se puede definir el estrés como un estado de preocupación o tensión mental generado por una situación difícil. Todas las personas tenemos un cierto grado de estrés, ya que se trata de una respuesta natural a las amenazas y a otros estímulos», informa la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Afecta al aparato digestivo y favorece la aparición de patologías como estreñimiento, reflujo, ardor de estómago, colon irritable, dispepsias, etc.

Otro órgano que puede verse afectado es el corazón, ya que el estrés puede causar las taquicardias o la hipertensión. El estrés también puede causar enfermedades relacionadas con la salud bucodental como bruxismo, enfermedades periodontales, caries o herpes labiales.

Los profesionales de Ortodoncia Mirasierra explican que «el bruxismo es un trastorno que provoca que los pacientes rechinen o aprieten la dentición de forma involuntaria mientras duermen, se encuentran en un estado de alta concentración o atraviesan períodos de ansiedad y estrés».

Esta patología desgasta la superficie dentaria y produce dolor en la zona de articulación temporomandibular o en la sien. Por otra parte, aparecen aftas por la disminución de las defensas.

Cuando las personas están estresadas tienden a abandonar hábitos saludables, fuman, consumen más alimentos azucarados, aumentan la ingesta de alcohol y abandonan el cepillado de dientes. Todo esto favorece la aparición de caries y enfermedades periodontales.

Los expertos explican que los pacientes que sufren estrés tienen desórdenes dermatológicos inflamatorios o autoinmunes. El estrés precipita la aparición de eczemas, psoriasis, acné, dermatitis atópica, sequedad intensa (xerosis) dermatitis seborreica, cuadros de urticaria…

La Dra. Josefina Royo de la Torre, codirectora de Instituto Médico Láser, explica que «la pérdida de hidratación hace que la epidermis no cumpla con su función barrera y las sustancias irritantes tienen más contacto con la profundidad de la piel”. También explica que el estrés provoca la liberación de ciertos degradadores de colágeno “que dan lugar a un empeoramiento de su calidad, promueven el envejecimiento cutáneo, con más tendencia a la aparición de arrugas y de flacidez”, afirma.

Además, la alteración “de la microcirculación propia del estado de alerta, junto con la falta de descanso característico de esa situación, favorece la aparición de bolsas y de ojeras normalmente moradas”, añade la doctora.

Un elevado nivel de estrés puede hacer que el cabello se vuelva más frágil y se caiga. La buena noticia es que si la ansiedad desaparece o no existe ninguna sintomatología severa, el cabello puede crecer de nuevo. En estos casos es aconsejable acudir a un especialista en medicina capilar que estudie el crecimiento del pelo nuevo y sus características.

Los expertos aconsejan apostar por las terapias de relajación y los ejercicios de respiración. Para relajarte puedes hacer unas respiraciones profundas y lentas desde la zona del estómago. Inspira profundamente y aguanta la respiración durante un instante, suelta el aire por la boca con suavidad.

También es muy importante seguir una alimentación saludable, realizar ejercicio de manera regular, dormir como mínimo 8 horas y beber unos dos litros diarios de agua.

¿Las nueces combaten el estrés?

Un estudio ha descubierto que comer nueces mejora la salud mental y reduce el estrés. Los científicos de la Universidad de Australia del Sur analizaron a estudiantes universitarios y comprobaron que las nueces ayudaban a contrarrestar las consecuencias del estrés académico en el cuerpo y la mente.

Los estudiantes que comieron unos 60 gramos de nueces al día durante 16 semanas mejoraron su salud mental. El ensayo clínico estudió a 80 universitarios de 18 a 35 años. La mitad se colocó en el grupo de tratamiento y la otra mitad en el grupo de control.

Cada estudiante proporcionó muestras de sangre y saliva. También respondió a una serie de cuestionarios sobre su estado de ánimo, salud mental y hábitos de sueño. En el grupo de control los universitarios evitaron las nueces y comer cualquier tipo de pescado graso.

El grupo que tomaba las nueces diarias informó sentirse menos estresado por sus estudios y también notaron una mejora en la calidad del sueño.

En esta investigación los autores del estudio descubrieron que las nueces podían reducir los síntomas de depresión y mejorar el estado de ánimo.

“Hemos demostrado que consumir nueces en periodos estresantes puede mejorar la salud mental y el bienestar general de los estudiantes universitarios, además de ser un snack saludable y delicioso y un ingrediente versátil en muchas recetas, para combatir algunos efectos negativos del estrés académico”, explica la profesora Larisa Bobrovskaya.

¡A partir de ahora ya sabes que las nueces ayudan a reducir el estrés!

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