El blanqueamiento dental es uno de los tratamientos más demandados en las clínicas dentales. A todos nos gustaría lucir una sonrisa de un blanco cegador. A veces lo intentamos por nuestra cuenta y otras veces acudimos a un dentista. Sea cual sea tu caso, te comentamos cuatro cosas sobre el blanqueamiento dental que te conviene conocer.
Lo primero que es importante señalar es que las personas, de manera natural, no tenemos los dientes de un blanco inmaculado. El color de nuestros dientes, como sucede con el color de ojos o con el tono de piel, viene determinado genéticamente. El esmalte que recubre el diente es prácticamente transparente, por lo que el color del diente está fijado en la dentina. Una parte interna de la pieza dental a la que no acceden la mayoría de los fármacos y productos de higiene dental.
El paso del tiempo, así como nuestra alimentación o hábitos como fumar, beber café, beber vino, pueden manchar el esmalte. Podremos eliminar sus manchas, pero por mucho que queramos, no podremos alterar el tono de nuestros dientes naturales.
El blanqueamiento dental es un tratamiento estético, pero como nos dicen los odontólogos de Palma Médico-dental, una clínica dental con más de 30 años de experiencia, ubicada en el barrio madrileño de Chamberí, estamos incidiendo sobre la cobertura del diente, por lo que deberemos tomar las medidas sanitarias oportunas para no dañarlo.
Las opiniones que aparecen en este artículo son nuestras, y la información que presentamos la hemos extraído de nuestras investigaciones. Nosotros somos los únicos responsables del texto. Nos hemos documentado partiendo de algunas indicaciones que estos experimentados dentistas madrileños nos han señalado acerca del blanqueamiento dental.
Estas son cuatro cuestiones sobre el blanqueamiento dental que debes conocer.
Las pastas de dientes blanqueantes no son 100% efectivas.
Uno de los primeros remedios a la hora de blanquear nuestros dientes es comprar crema dentífrica blanqueante. Un estudio realizado por la O.C.U. (Organización de Consumidores y Usuarios) concluye que estos productos cambian poco o nada el color de los dientes.
Para este estudio, la O.C.U. analizó en un laboratorio 13 productos blanqueadores presentes en el mercado, de diferentes precios y calidades.
Cabe destacar que la inmensa mayoría de las pastas dentífricas analizadas no son dañinas para los dientes, pero no cumplen la función para la que se publicitan: blanquear la dentadura.
Todas ellas contienen flúor en cantidad aceptable. El flúor es beneficioso para el esmalte dental, ya que lo fortalece y lo hace más resistente. Las pastas analizadas tenían entre 1000 y 1450 unidades por millón. Una cantidad de flúor suficiente para prevenir la caries en una persona mayor de 7 años.
Algunas pastas dentífricas analizadas contenían triclosán. Un antibacteriano cuya eficacia para prevenir la gingivitis se está poniendo en evidencia por parte de la comunidad científica. A pesar de ello, no resulta dañino para los dientes.
Otro aspecto a tener en cuenta es la abrasividad. La presencia de elementos abrasivos, como microplásticos que pudieran arañar el esmalte. Respecto a este aspecto, todos los productos analizados se movían dentro de los parámetros de seguridad.
Para completar el estudio, la O.C.U. propuso a 30 voluntarios que utilizaran las pastas dentífricas, siguiendo las pautas estipuladas en el prospecto del producto. En el mejor de los casos, tras 30 días de tratamiento, se conseguía mejorar 2 tonos en la escala de color Vitapán.
Como resultado del estudio se concluyó que las pastas dentífricas blanqueantes son útiles para limpiar los dientes y para prevenir la caries, pero no son eficaces para blanquear la dentadura.
Los remedios caseros pueden ser dañinos.
Por internet circulan ciertos remedios caseros que aseguran que pueden blanquear la dentadura si se utilizan con frecuencia. Algunas personas recurren a ello con la intención de blanquear los dientes por poco dinero. Ojo, algunos de estos remedios pueden llegar a ser peligrosos para nuestros dientes.
Uno de los ingredientes caseros más utilizados para blanquear los dientes es el bicarbonato. Algunos lo utilizan solo y otros lo mezclan con zumo de limón, jengibre rallado o con fresas trituradas y sal gorda. Cepillándose los dientes con el compuesto, tras efectuar el cepillado habitual.
El bicarbonato es un producto abrasivo, que lo que hace es rallar el esmalte. Puede ser que eliminemos ciertas manchas, pero lo que estamos haciendo es retirar la cobertura natural del diente.
Esta erosión no se realiza de forma homogénea. Afecta principalmente a la curvatura frontal, donde más presión ejercemos con el cepillo. En poco tiempo dejaremos esta parte del diente expuesta a sufrir caries y es posible que experimentemos sensibilidad dental ante el cambio de temperatura. La erosión ha llegado hasta la dentina, una parte más blanda del diente que está en contacto con la pulpa, por donde discurren las terminaciones nerviosas.
Otro de los remedios caseros altamente peligroso es enjuagarse la boca con vinagre de manzana, aunque esté diluido en agua. El vinagre es otro abrasivo que desgasta el esmalte. Dejando el diente expuesto a la acción de las bacterias que hay en la boca.
Remedios caseros como frotarse los dientes con cáscara de naranja tienen una eficacia dudosa. En el caso de cepillarse los dientes con aceite de coco, más que blanquearlos, lo que estamos haciendo es teñirlos suavemente.
Por tanto, para blanquear nuestra dentadura lo mejor es recurrir a un dentista y no buscar remedios milagrosos.
Todo el mundo no puede hacerse el blanqueamiento con led.
De los tratamientos de blanqueamiento utilizados por las clínicas dentales, el más rápido es el blanqueamiento por led. Consiste en extender sobre la dentadura un gel blanqueador sobre el que se aplica haz de luz led que va liberando las propiedades blanqueantes del fármaco. En una sesión de 1 hora se pueden rebajar hasta tres tonos de color.
A pesar de su alta eficacia, el doctor González Zamora afirma en la revista Hola que hay cinco situaciones en las que no es recomendable. Son las siguientes:
- Si tenemos caries sin tratar. Antes de proceder al blanqueamiento dental es aconsejable que nos tratemos todas las caries. Si no es así, el gel blanqueador activado por la luz led puede penetrar en las zonas del diente deterioradas, dañando la dentina y produciendo hipersensibilidad dental.
- Si sufrimos gingivitis o periodontitis. Si tenemos las encías enfermas, el blanqueamiento por led puede provocar complicaciones, haciendo que la enfermedad se agrave. Por tanto, deberíamos antes consultar al dentista.
- Si tenemos dientes sensibles. La alta concentración de peróxidos, presente en el gel blanqueador que se usa en este tratamiento, hace que sea poco aconsejable en casos de hipersensibilidad dental. Para estos casos es más recomendable usar un blanqueamiento dental ambulatorio con férula, supervisado por el dentista.
- Durante el embarazo. Aunque no existe una contraindicación expresa del blanqueamiento dental durante el embarazo, muchos dentistas recomiendan aplicar el tratamiento después de dar a luz.
- Personas fumadoras. El blanqueamiento por led no es incompatible con el hábito de fumar. Sin embargo, dice el doctor González Zamora, que en las personas fumadoras los efectos del blanqueamiento son tan cortos que no vale la pena aplicarlos. En todo caso, recomienda el doctor, esta es una buena excusa para dejar de fumar.
Siempre es necesaria la supervisión de un dentista.
Como vemos, aunque se trata de un tratamiento estético, al aplicarlo entra en juego la salud de nuestra dentadura. Por eso es necesario realizar un reconocimiento antes de proceder a aplicarlo. El dentista valorará el estado de nuestra dentadura y nos propondrá el tratamiento más adecuado según la situación.
Uno de los tratamientos de blanqueamiento dental del que no hemos hablado, y que a pesar de ser más lento que el blanqueamiento por led, llega a ser igual de efectivo es el blanqueamiento ambulatorio con férula.
El dentista receta al paciente un gel blanqueador con una composición de agentes blanqueadores acorde con el estado de su dentadura. De paso, encarga una férula termoplástica que encaja en las arcadas del paciente. Por la noche, el usuario se coloca el gel sobre los dientes y se pone la férula. Esta extiende el gel por toda la dentadura y protege la zona para que el gel vaya liberando sus principios activos. A la mañana siguiente, al despertarse, el usuario se quita la férula.
Este tratamiento está supervisado directamente por el dentista. Periódicamente, el paciente acude a la clínica para pasar una revisión. Si el odontólogo lo estima oportuno, puede acelerar el tratamiento realizando una sesión de blanqueamiento por led. Puesto que ambos sistemas son compatibles.
La industria para-farmacéutica fabrica y comercializa productos que imitan los tratamientos aplicados en las clínicas dentales. Geles blanqueadores con férula y dispositivos con luz led integrada. Sin embargo, al carecer de un seguimiento sanitario pueden producir daños en la dentadura. Desde la aparición de hipersensibilidad dental, hasta un desplazamiento de la dentadura, al usar férulas estándar, no personalizadas
La estética dental va unida a la salud dental. En los tratamientos de estética, los odontólogos aspiran a cumplir las expectativas de los pacientes, pero, sobre todo, se cuidan de la salud de los dientes. Si no fuera así, el tratamiento podría ser contraproducente.