El queso contiene hierro, calcio, potasio magnesio y vitamina D. Esta vitamina ayuda a absorber el calcio, y a mantener huesos y dientes sanos.
Los expertos explican que el consumo de lácteos es fundamental en la época de crecimiento, pero también en la etapa adulta. Es un mineral que necesitamos para el correcto funcionamiento de los huesos.
El queso forma parte de la dieta mediterránea y es un producto de gran versatilidad.
Varios estudios han descubierto que este producto ayuda a prevenir enfermedades como la osteoporosis, gracias al calcio y a las vitaminas A, D y E.
Para prevenir esta afección, la cantidad de calcio que debes consumir si tienes menos de 50 años es de 1.200 mg por día. Pero si superas esta edad, lo mejor es consumir más de 1.200 mg.
Este alimento también ayuda a formar y recuperar la masa corporal, aporta vitaminas, mejora el funcionamiento del sistema inmunológico, tiene propiedades anticancerígenas, etc.
Con el queso puedes preparar un helado, unas magdalenas, un flan, unas deliciosas galletas o una tarta.
La tarta de queso está de moda por su sabor y textura. Existen muchas recetas, ya que las hay que se hacen al horno, otras con base de galletas o las que necesitan el frío para su elaboración.
Los expertos explican que algunas tartas de queso horneadas, es preferible que no lleguen a tocar nevera.
‘Una vez fuera del horno es muy importante no tocarla. Se deja reposar a temperatura ambiente y luego se come. Si la metéis en nevera pierde muchísimo», comenta el chef Dani García.
Si en casa preparas una tarta tipo Cheesecake sin horno, puedes refrigerarla.
Seguro que alguna vez te has preguntado que cuánto tiempo puede permanecer en buenas condiciones.
Pues dependerá de si es casera o industrial , ya que en este último caso puede contener conservantes que prologuen más su vida.
Pero su vida útil no es excesivamente prolongada, ya que en la preparación se incluyen productos como huevos, quesos, natas…
Desde El Cid, expertos en pastelería artesanal y heladería, nos comentan que si se trata de una tarta de queso casera sin hornear, sus sobras podrían durar alrededor de 5 días, pero si lleva frutas frescas no podemos dejar que pasasen más de 2 o 3 días.
Envuelve las sobras en plástico y, después, guardarlas en un recipiente hermético. También se pueden congelar las porciones, pero envolviendo perfectamente las sobras y es importante que las bolsas de congelación estén siempre bien selladas.
La tarta de queso es un postre sencillo, pero lo mejor es optar por un queso suave y delicado. Compiten con ella muchas tartas, como la de chocolate o zanahoria.
Su origen es bien incierto, aunque se cree que apareció en la Antigua Grecia para dar energía a los primeros atletas. Y, desde aquí, dio el salto a otros países, reinventándose con ingredientes nuevos.
En Cantabria comenzó a elaborarse la quesada pasiega. Una mezcla de leche de vaca cuajada, harina, huevos y mantequilla.
Los ingredientes que se utilizan para preparar este postre son: huevos, harina, mantequilla, un yogur o nata, azúcar y un poco de limón.
Estos son los que componen la receta original, pero podrás modificar alguno de ellos. En Italia utilizan el requesón o el mascarpone y, en el norte de España optan por quesos más fuertes como el de Arzúa.
Si quieres preparar una tarta de queso fría puedes utilizar un mascarpone de origen italiano. Pero si prefieres el horno, opta por un queso brie francés.
Las tartas frías tienen una base de galletas para conseguir más firmeza. Así, que tritura las galletas y mézclalas con la mantequilla, creando una especie de pasta.
Es importante que presiones fuerte con un rodillo o una taza y que la hornees unos diez minutos a 170 °C antes de meterla en la nevera.
Integra los ingredientes con una batidora de pala o un robot de cocina. Después pasa la masa a un molde desmoldable con cierre.
La revista ¡HOLA! aconseja decorar la tarta con «una cobertura de confitura o mermelada de frutos rojos (es habitual también decorarla al final con un poco de fruta fresca y unas hojas de menta o hierbabuena)».
La gelatina neutra es un ingrediente que te ayuda a solidificar, pero también es importante el reposo en la nevera.
Si has elegido la opción horno, puedes forrar el molde con papel vegetal y antes de sacarla comprueba la cocción de tu tarta con un palillo.
No la saques inmediatamente, deja la puerta del horno entreabierta durante 15 minutos. Después deja que se enfríe dentro del molde, sobre una rejilla y a temperatura ambiente.
