César Manrique y Lanzarote: el “Pastor de Vientos y Volcanes”

¿Quieres conocer Lanzarote, la isla de César Manrique, el hombre que soñó una isla?

Descubre Lanzarote y al “Pastor de Vientos y Volcanes” con nosotros en este artículo. Estamos seguros de que Lanzarote te atrapará, así que vete preparando la maleta y el vuelo. Del alojamiento no te preocupes, nosotros te lo ponemos fácil con Suite Isabela, villa de alquiler en Lanzarote con 3  habitaciones, 2 baños y piscina climatizada de 12 metros de largo. Villa recomendada por los inquilinos que ya se han alojado en ella y con comentarios cinco estrellas. 

Lanzarote no es la Cenicienta de Canarias, es la obra completa del “Pastor de Vientos y Volcanes”, como describió Alberti a Manrique. 

“Soy un contemporáneo del futuro”, decía con acierto sobre sí mismo el artista canario César Manrique. Como si de una meta descripción se tratara, el tiempo la ha corroborado. ¿Por qué? Porque hoy en día un turismo de calidad basado en el respeto por la identidad, el entorno y la naturaleza es lo habitual, pero por aquel entonces solo eran elucubraciones “adivinatorias” de un genio y un visionario. Cesar Manrique amó por encima de todo a su utópica isla y la defendió de la especulación inmobiliaria. Sin duda Lanzarote es la obra de arte definitiva de Manrique. Su filosofía era ambiciosa, llevar el arte a todo. 

Cesa Manrique, el hombre que soñó una isla: Lanzarote 

Eran los años 60 y Europa despertaba al turismo en masas. El litoral que tuviera sol, playa e interés por el desarrollo, solo tenía que dejarse hacer, y al momento, cientos de hoteles brotaban de los bosques. Pero César Manrique lideró junto al Cabildo Insular de Lanzarote la conversión de la isla hacia una economía basada en la industria turística planificada. 

En una entrevista, el artista canario afirmó que deseaba hacer la isla atractiva para aquellos que buscaban lo sencillo frente a grandes urbes que aniquilaban, ver crecer una flor o contemplar las estrellas por la noche.  Si visitas Lanzarote podrás comprobar con tus propios ojos como aún hoy en día crece esa flor y las estrellas no han dejado de brillar bajo la estela de Cesar Manrique: Lanzarote. El artista de carácter poliédrico soñó una isla que es una realidad. Era un auténtico virtuoso que proyectó jardines, piscinas en forma de lagunas y varios murales con piedra volcánica. Tienes que recorrer la isla en busca de su esencia, su obra y su espíritu visionario. 

La Fundación César Manrique, las claves de su ideario artístico

La Fundación César Manrique (FCM) está en Taro de Tahiche, en su isla: Lanzarote. La que un día fuera la casa-estudio del artista fue construida sobre un torrente de lava en 1968. Es una de sus primeras obras y en ella se encuentran todas las claves de su ideario artístico. 

¿Sabías que desde la muerte de César su fundación ha ganado más de 20 litigios contra hoteles ilegales? Y es que, en la fundación, defienden las ideas del artista. 

César Manrique era una persona comprometida, pero quienes le conocieron dicen sobre él que, además, era muy divertido. Compartió la efervescencia del expresionismo abstracto y del pop norteamericano de los 60, pero nunca olvidó a sus campesinos de la Geria. 

También lo describen como un hombre libre y ético, que analizaba la realidad para perseguir la verdad y conseguir plasmar la belleza pura. Y que su rutina favorita era ponerse su mono azul de trabajo y comenzar a pintar a primera hora. 

Casa-Museo Monumento al Campesino 

Las infinitas carreteras lanzaroteñas se proyectan de modo que forman parte del paisaje volcánico. Esto fue idea de Cesar Manrique. Es como si se fundiesen con la lava y no hay vallas publicitarias, también iniciativa de Manrique. 

Las principales premisas del Pastor de Vientos y Volcanes eran dos: aplicar el arte a la vida y viajar de la estética a la ética. Para César, la arquitectura lanzaroteña tradicional tenía bajo su sencilla apariencia una espacialidad perfecta y una correcta orientación al viento. Una muestra de sus elementos más representativos, como chimeneas y patios, es la Casa-Museo Monumento al Campesino en Mozaga. Manrique la comenzó a construir en 1968 y pretendía honrar con ella la maestría del agricultor conejero. 

Jameos del Agua 

César Manrique vivió en Nueva York de 1964 a 1966. Llegó a la gran ciudad de la mano de Rockefeller y allí surge el amor por su isla. Surge su “re-enamoramiento” y su añoranza por Lanzarote.

Sobre Nueva York “la ciudad que aniquila al hombre”, escribió: “El hombre en NY es como una rata. El hombre no fue creado para esta artificialidad”. 

El artista dio dos veces la vuelta al mundo y contaba con razones para defender las particularidades de su isla. 

Otro lugar de Manrique en Lanzarote son los Jameos del Agua de 1977. Tardó más de diez años en adecuar el complejo compuesto por tres aberturas en el interior del túnel volcánico producido por la erupción del volcán de la Corona. Para esta obra, César contó con la ayuda del artista Jesús Soto. Jesús Soto iluminó y adecuó también la Cueva de los Verdes: un viaje al centro de la tierra, que en otros tiempos sirvió de refugio a la población insular frente a los ataques de los piratas. 

Los Jameos del Agua fue la primera obra de César en el paisaje de Lanzarote, donde usó como lienzo un espacio geológico producido por un tubo volcánico. 

César Manrique y Lanzarote: la belleza de los contrastes

Como has visto, la isla de Lanzarote, esculpida en muchos de sus puntos por el artista, lleva su sello y se adentra en lo más profundo de la creatividad infinita de César Manrique. Considerado un vanguardista, fue capaz de unir elementos hostiles como la lava, el mar, las cuevas y la roca negra.

El negro, el verde, el blanco y el azul se unen en todos los rincones y le dan a la isla serenidad, belleza y el propio carácter del artista. 

Terminamos con unas reflexiones que escribió el artista Canario y como lo describió Aberti, el Pastor de Vientos y Volcanes: “Me pregunto muchas veces: ¿Dónde está la perfección? Pero en este juego es donde llena mi alma, al enfrentarme al desconocimiento de lo infinito. Esta es la causa para hacer de la vida un juego y saltar por encima de las recetas, los prejuicios y de esas torpes normas que han ensuciado el sentimiento”.

— César Manrique -–

COMPÁRTELO