Extraescolares: más que una actividad

Dentro del plan de estudios actual, los niños se encuentran saturados académicamente hablando. Sin entrar en el debate de si la preparación que reciben es buena o escasa, lo cierto es que sus programas educativos son muy completos en lo que a diferentes asignaturas respecta. Es decir, mientras que con otros sistemas educativos las asignaturas eran ocho o nueve, elocuentemente estructuradas, ahora, pasan de las diez. Con tanta asignatura, es natural que los niños en edad escolar no tengan tiempo para disfrutar de un ocio saludable. Pocos niños vemos ahora en las calles jugando y compartiendo experiencias. Suelen encontrarse en parques controlados por los padres y durante un tiempo bastante escaso.

Evidentemente, la sociedad ha cambiado y seguirá haciéndolo, por lo que con total seguridad, dentro de otros treinta años, los niños tendrán otra forma de vida muy diferente a la actual. Razón por la que debemos hacer que los más pequeños, disfruten de una buena infancia en la medida de lo posible.

Profesores, padres y partes implicadas en la educación de los más jóvenes, coinciden en la importancia de la socialización. Algo que antes hacíamos de forma natural en nuestros barrios, ahora no suele ser posible por diversas circunstancias. Los niños necesitan socializar y disfrutar de un tiempo de ocio que les permita desconectar de sus quehaceres diarios y realizar actividades lúdicas que les guste.

De esta necesidad, surge una solución más que adecuada e importante: las clases extraescolares que los centros educativos ponen a disposición de sus estudiantes. Estas actividades pueden ser gestionadas en los propios centros o a través de profesionales del sector como AEM Actividades Extraescolares Madrid. Gracias a este tipo de actividades que abarcan todos los ámbitos, los escolares pueden tener su momento de ocio en un entorno seguro y saludable como los colegios, rodeados de sus compañeros y amigos.

Cada año, con el inicio del curso escolar, toca preparar, mostrar y escoger la oferta de actividades extraescolares que podrán realizar los niños y niñas durante todo el año lectivo. La oferta es cada vez más variada e interesante, puesto que puedes encontrar actividades de todo tipo: deportivas, académicas, de aventura… En otros tiempos, esa oferta se limitaba a las clases de inglés y algún deporte.

Imprescindibles dentro del contexto actual

Antes aludía a otros tiempos en los cuales los niños, tras terminar sus clases en el colegio, volvían a casa, dejaban su mochila y salían raudos a jugar con el resto de los niños. Las canicas, las chapas, el fútbol, las muñecas, la comba o la peonza, eran algunos de los juegos que se ponían de moda según cada momento del año. Tras ese tiempo de dispersión, tocaba volver a casa y hacer los deberes, aunque dependía de la época del año, que el orden se alterara.

De cualquier modo, ahora eso no es tan sencillo y la mejor manera de que los chavales tengan su momento ocioso es participar en las diferentes actividades extraescolares que proponen los centros educativos. La particularidad de este tipo de actividades, no es otra de que se realizan fuera del horario lectivo, son organizadas por las AMPAs o AFAs de las escuelas y alguna entidad especializada como la citada anteriormente.

Por norma general, las actividades extraescolares se realizan por la tarde, una vez finalizadas las clases, aunque es posible encontrar actividades durante el mediodía. Este tipo de actividades educativas realizadas fuera del horario lectivo, son esenciales para el desarrollo del itinerario vital de los niños y jóvenes en edad escolar. Resulta de gran importancia que los escolares, realizan actividades extraescolares que les gusten, con las que disfruten al máximo y puedan ser realizadas en buena compañía, es decir, sus compañeros de colegio. De este modo, los estudiantes van forjando su personalidad, hacen nuevas amistades y crean vínculos al mismo tiempo que, adquieren valores, competencias y hábitos que se consideran esenciales para su desarrollo integral como personas.

Padres y personal docente deben tener presente que tanto la educación en horario escolar como en su tiempo libre, se produce a lo largo de la vida, pues todas las personas, no encontramos en continuo aprendizaje. Por esto mismo, hay que ser consciente de que los niños y jóvenes no solo aprende en la escuela. Aprende en todos los entornos en los que se encuentre, sean espacios de ocio educativo, en casa con la familia o en situaciones habituales de la vida cotidiana.

Las actividades extraescolares ofrecen el contexto de aprendizaje ideal y la oportunidad de entablar nuevas relaciones, descubrir talentos propios, habilidades personales y pasiones escondidas, a la vez que se aprende a relacionarse en los diferentes contextos, a convivir y adquirir una mayor autonomía y espíritu crítico.

Es posible encontrar estudios que demuestran que la realización de actividades extraescolares es notablemente beneficiosa para los niños y niñas. Producen un incremente de sus habilidades psicosociales como la autoestima y la identidad, aumenta el rendimiento escolar, propicia las habilidades interpersonales o mejora la salud en general.

Como cabe esperar, existen muchos tipos de actividades a desarrollar después del horario escolar. Algunas de ellas sirven para un mejor desarrollo de los aspectos cognitivos, sociales, emocionales, artísticos, etc. Otras, fomentan los valores y permiten desarrollar un buen nivel físico, aprender hábitos de vida saludables, trabajar en equipo, gestionar la frustración, etc. Sea cual sea la de elección, esta será beneficiosa para los niños.

Beneficios en condiciones de igualdad

Las actividades extraescolares, suponen un montón de beneficios para aquellos que participan en ellas. Lograr la igualdad de oportunidades dentro de nuestra sociedad es una lucha incesante que hay que llevar a cabo en todos los ámbitos de la vida, entre los cuales se incluye el educativo, las actividades extraescolares y el ocio.

Por lo tanto, todos los niños y jóvenes tienen derecho a participar en este tipo de actividades, con independencia de cuál sea su nivel económico, su género, su origen o condición social. Todo el mundo debería y debe, tener acceso a este tipo de actividades en un contexto de igualdad de oportunidades.

El mismo estudio que confirma que estas actividades aportan numerosos beneficios, confirma que los alumnos en situación de mayor vulnerabilidad, reciben un impacto mayor en su día a día y rendimiento escolar si participan en actividades extraescolares. Puesto que este mismo sector de la población, no cuenta con la misma facilidad de acceso a ciertas actividades, sobre todo en el periodo vacacional, es adecuado facilitar el mismo durante el año académico para que puedan beneficiarse de ellas.

En resumen, las actividades extraescolares implican un contexto de igualdad por lo que se consideran cada vez, más importantes.

Otro aspecto a tener en consideración es la igualdad de género, dado que muchas de estas actividades, se relacionan implícitamente con estereotipos de género, incluso muchas familias asocian algunas actividades directamente a niños o niñas. Siendo la igualdad de género un aspecto relevante en nuestra sociedad actual que viene siendo marcado en todos los ámbitos, las actividades extraescolares pueden ejercer como nexo para romper con los estereotipos y lograr esa igualdad de género.

Llegado el momento de elegir la actividad extraescolar del niño hay que tener en cuenta los aspectos citados y los beneficios que aportan, siempre en función de los puntos siguientes:

  • Importantísimo que le guste al niño. Hay que acordar entre niños y padres las actividades a realizar para que vayan motivados.
  • Lo que les aporta a nivel social y emocional, pues cada actividad trabaja aspectos diferentes como la comunicación, las relaciones interpersonales, cuestiones académicas, etc. Deben sentirse reconocidos y satisfechos en las actividades que realizan.
  • Deben aportar beneficios a nivel educativo. La mayoría de actividades lo hacen. Aunque a menudo no es tan importante el “qué” como el “cómo” o el “quién”. Hay que informarse de quien imparte la actividad, los valores y metodologías que inculcan e imparten… aspectos esenciales para que se trate de una actividad de calidad y con alto valor educativo.
  • Los costes también son importantes, puesto que todas conllevan un gasto que hay que tener en cuenta según el número de actividades o lo que pueda permitirse la familia.
  • La conciliación laboral y familiar es otro de los aspectos a valorar. A veces viene muy bien que los niños estén en sus extraescolares mientras los papas trabajan, hacen recados, etc.
  • El lugar donde se realiza la actividad, debe ser tenido en cuenta. Si se hacen cerca de casa o la escuela, en el mismo centro educativo, será mas fácil para la gestión familiar y permitirá que el niño pueda adquirir mayor autonomía realizando solo el trayecto.
  • Es importante que no ocupe todo el tiempo del niño. No es necesario que realicen actividades cada día, en función de su edad, puede ser beneficioso que hagan actividades dos o tres veces por semana, dejando un margen para el juego libre, el descanso y el tiempo en familia.

En resumen, las actividades extraescolares, reportan beneficios como mejora del rendimiento escolar, del logro de aprendizaje, mejora su actitud hacia la escuela, aumenta sus competencias sociales, psicoemocionales o lectoras, y un largo etc. Se trata de algo esencial en la sociedad actual para que los más pequeños puedan desarrollarse plenamente.

 

COMPÁRTELO