¿Cómo tratar el esguince de tobillo?

El esguince de tobillo se trata de una lesión que se produce cuando giramos esta parte del cuerpo de forma que produce una torsión en los ligamentos.

Los expertos explican que los ligamentos contribuyen a estabilizar las articulaciones. El doctor Rodrigo Díaz, jefe de la Unidad de Pie y Tobillo de Quirónsalud Valencia, explica que “están conformadas por un tejido conjuntivo con propiedades elásticas y que tienen como función dar estabilidad a las articulaciones, permitiendo los movimientos en un rango fisiológico, es decir, natural”.

Se produce el esguince cuando el tobillo fuerza su posición normal, lo que puede provocar que uno o más de los ligamentos del tobillo se estiren o se desgarren.

El doctor informa que los esguinces son “lesiones de más o menos gravedad de los ligamentos del tobillo, que se producen cuando se fuerzan los ligamentos más allá de su amplitud normal de movimiento”.

«En algunos casos graves, la rotura de los ligamentos y otras estructuras asociadas puede producir incluso una luxación o dislocación de la articulación en cuestión», añade.

El esguince se produce caminando, con la practica de un deporte tras saltar o efectuar cambios bruscos de dirección al correr. Aunque otras causas son: una mala pisada o una incorrecta posición del pie.

Usar chanclas como su calzado habitual puede provocar esguinces y dolores en talones. Su uso debe limitarse a playas o piscinas. Esto ocurre porque hay que realizar un esfuerzo extra al caminar y una tendencia a curvar los dedos para sujetarlas.

Y otras, son problemas de la pisada producidos por alteraciones en el pie, rigidez de las articulaciones o acortamiento de gemelos, etc.
Desde la Clínica de Fisioterapia Herraiz informan que los síntomas más usuales de un ligamento de tobillo roto son dolor al caminar, hematoma, pérdida de la estabilidad, inflamación articular de tobillo y pie.

Puedes sentir un dolor intenso y oír un chasquido en el momento de la torcedura. Los síntomas puede ser agudos, en el momento de la lesión, o crónicos, a largo plazo.

En la fase aguda se puede producir hinchazón, incapacidad para caminar o practicar deporte. Sin embargo, el paciente puede verse limitado para realizar tareas cuando el esguince se cronifica.

Los esguinces de tobillo pueden identificarse de acuerdo a tres tipos de lesiones:

Esguince grado I (tipo 1): Existe una rotura parcial leve de las fibras del ligamento.

Esguince grado II (tipo 2): Existe una rotura parcial del ligamento, pero mantiene la continuidad.

Esguince grado III (tipo 3): Es una rotura completa del ligamento con inestabilidad anterior.

¿Cuáles son los tratamientos del esguince?

El tratamiento depende de la gravedad de la lesión, normalmente, el paciente suele ser seguir unas pautas de reposo, inmovilización, frío local y rehabilitación.

Sin embargo, el médico puede recomendar cirugía urgente en algunos casos severos cuando se asocian a fracturas. Existen distintas maneras de reparar o reconstruir un ligamento de tobillo, una de ellas es el desarrollo de la artroscopia, que es una cirugía mínimamente invasiva asistida por vídeo.

En los casos crónicos de rotura de ligamento, el paciente puede optar por la rehabilitación, pero es necesaria la cirugía cuando esta fracasa. No hay evidencia que la utilización de cremas antiinflamatorias o geles ayude en un esguince, porque muchas tienen una absorción deficiente a nivel cutáneo.

Es mejor aplicar localmente frío, pueden ser útiles bolsas de hielo, pero nunca directamente sobre la piel. También es recomendable los antiinflamatorios por vía oral y elevar la extremidad para disminuir la inflamación.

Para que el médico evalúe la situación y descarte lesiones graves urgentes. En un primer momento, se pueden realizar radiografías para evaluar lesiones de los huesos, pero también se pueden realizar pruebas complementarias como resonancias magnéticas.

Debes saber que todos los esguinces necesitan fisioterapia, porque una lesión ligamentosa lleva siempre consigo una pérdida de propiocepción.

«Es importante que consultemos a nuestro fisioterapeuta para que valore el grado de esguince y establezca un protocolo de actuación para una total recuperación del tobillo, previniendo así futuros esguinces. La articulación tendrá que ser ejercitada prontamente: en los casos de esguinces leves, puede hacerse de 1 a 3 días tras la lesión. A veces son necesarios ejercicios especiales para poder recuperar la fuerza y ayudar a reducir el riesgo de problemas subsecuentes (tratamiento fisioterapéutico)», informa el Colegio Oficial de Fisioterapeutas de Navarra.

También puede ayudar a una mejor y a una más rápida recuperación los vendajes funcionales y el refuerzo de la musculatura. Los especialistas explican que si en todos los grados de lesión ligamentosa el tratamiento no se hace correctamente puede haber dolor prolongado o esguinces de repetición.

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