Aparcar en Madrid es una auténtica odisea. Te tiras de 15 a 20 minutos dando vueltas a las manzanas cercanas al lugar de destino hasta encontrar una plaza que está más lejos que la boca de metro. Piensas en recurrir a un parking cercano, con la idea de ahorrar tiempo y cuando llegas a él no quedan plazas disponibles, comienza un peregrinaje buscando otros parkings que resultan estar en las mismas condiciones, al final aparcas en la calle y llegas a tu destino con unos minutos de retraso. Si te desplazas a Madrid para asistir a un evento o cumplir con un compromiso, la experiencia puede ser tan desagradable que te planteas no volver a visitar la ciudad. Es necesario buscar soluciones.
Juan se desplazó de su lugar de residencia, en una localidad del sur de Madrid, a un barrio de la capital un jueves por la tarde para visitar a un amigo. Encontró una plaza libre en una zona verde. Pensó que había tenido suerte. En el cartel informativo ponía aparcamiento de 9:00 a 21:00 horas. Eran las 20:45, se confió. No iba a encontrar un sitio mejor. Tras dar un paseo por el barrio y parar en un par de terrazas para tomar algo, decidió recoger su coche y regresar a su casa. Al día siguiente tenía que trabajar. Llegó al sitio donde estacionó el vehículo y el coche no estaba. Pensó en lo peor, el barrio tenía mala fama 30 años atrás, aunque como le decía su amigo, ahora era una zona muy tranquila. Averiguando por el móvil descubrió que su coche se lo había llevado la grúa municipal por mal estacionamiento. Debía retirarlo en un centro de vehículos del ayuntamiento. Juan estaba muy enfadado, no había ninguna nota que indicara la actuación de la grúa. Su amigo le acompañó en un taxi hasta la dirección indicada. Logró recuperar su coche a altas horas de la madrugada, tras abonar una cuantiosa multa.
Nacho, un vecino del distrito centro, denunció en febrero del 2018 en el digital eldiario.es la eliminación de plazas de aparcamiento en calles secundarias menos comerciales. Algo que aún no se ha resuelto. Hablaba de las calles San Marcos, Libertad, Infantas, Farmacia, Plaza del Rey y Colmenares, todo eso sin contar con espacios suprimidos para colocar contenedores de basura. Una zona habitada cercana a Plaza España y la Calle Fuencarral. Decía que el aparcamiento se dirigía hacia vías colindantes con las avenidas más transitadas, convertidas en zonas de pago (zona verde y zona azul). Reconocía que por mucho que se encareciera el ticket del parquímetro, no iban a impedir que la gente aparcara.
El aparcamiento es un problema serio en Madrid y en las principales ciudades del país. Los vecinos se ven obligados a alquilar o comprar plazas de garaje, aún en barrios donde no hay suficiente oferta, y los visitantes terminan recurriendo a parkings.
Deficiencias en algunos parkings.
Los parkings se han convertido en la solución más utilizada para resolver el problema del aparcamiento. Se utiliza para guardar el coche en los desplazamientos habituales y esporádicos. Tras visitar 127 aparcamientos en 27 ciudades españolas, la O.C.U. (Organización de Consumidores y Usuarios) elaboró un informe detallado que señalaba las carencias más habituales en estas instalaciones.
El 30% de las plazas tienen unas dimensiones insuficientes para los coches actuales. Un 19% tienen una longitud de entre 2,20 y 2,30 metros. Un 11% son aún más estrechas o presentan obstáculos que dificultan las maniobras para entrar o sacar el coche. Según la Organización de Consumidores, el 25% de las plazas son bastante justas. El 90% de las plazas de aparcamiento de Málaga tienen un tamaño insuficiente, y los parkings municipales de Barcelona poseen una gran cantidad de plazas minúsculas. En uno de cada tres parkings cuesta trabajo salir del vehículo. En estas condiciones es frecuente que se produzcan roces y arañazos por el simple hecho de aparcar.
Otro de los problemas detectados es la falta de trasparencia en cuanto a las tarifas. El usuario no es consciente de lo que va a pagar por el tiempo en el que va a dejar aparcado su vehículo hasta que no está en el interior del parking. En un 42% de las instalaciones estudiadas, al conductor le resulta muy difícil, por no decir imposible, salir del parking sin pagar para intentar buscar un estacionamiento más económico. En uno de cada cuatro casos es complicado retroceder. Esta opacidad de precios se aprecia en igual proporción en aparcamientos municipales como privados.
Los parkings de las zonas céntricas están, una gran parte del tiempo, entre un 80 y un 100% de su ocupación. Coincide con que son áreas que concentran una gran cantidad de centros de trabajo y una fuerte actividad comercial. El aparcamiento en ellas es una necesidad. El nivel de ocupación tan alto obedece a que, en su conjunto, no cubren la demanda y las necesidades de la zona. Con ello dificultan la vida diaria del ciudadano. El ayuntamiento de Madrid solo ofrece 6417 plazas repartidas en una veintena de parkings en Madrid Central. Una zona por la que transitan a diario casi un millón de vehículos, se realizan 2,6 millones de desplazamientos motorizados y se mueven varios millones de personas.
Con todos estos problemas en el servicio, el precio de los parkings se ha encarecido un 20% en los últimos 12 años.
Parkings con reserva de plaza.
Si tienes previsto con tiempo un desplazamiento, una de las formas de evitar estos inconvenientes es reservar plaza en un aparcamiento. Cada vez más parkings ofrecen este servicio. Esto te permite aparcar directamente tu vehículo sabiendo que tienes plaza asegurada, con la certidumbre de que dejas su guarda en las mejores condiciones. Ahorras tiempo y ganas en tranquilidad. El contacto con el parking se realiza por teléfono o por vía digital, por lo que puedes recabar información sobre las características de la plaza. Sabrás lo que vas a pagar por el tiempo de aparcamiento, sin llevarte sorpresas y ajustándolo a tu presupuesto, y conocerás si las características del lugar, en espacio y prestaciones, se ajustan a las necesidades de tu vehículo. Según el grupo Orbit Parking, que gestionan un aparcamiento privado en la calle Núñez de Balboa de Madrid, una plaza de parking reservada debe ser tan cómoda o más como el garaje en el que guardas tu coche.
En los parkings que ofrecen reserva de plaza on-line, en la página de inicio te informan sobre el horario y ubicación del parking, sobre las dimensiones máximas de los vehículos que admiten, si dispones de carga eléctrica y si las instalaciones están adaptadas para personas con movilidad reducida. Señalan el sistema de seguridad y la ubicación de la caja central de control.
En la siguiente página debes indicar el día y hora de entrada del vehículo y el día y hora de salida. De inmediato la web indica si tienes plaza disponible y te facilita un presupuesto. El programa te asigna una plaza aleatoriamente, aunque hay parkings que te permiten elegir una ubicación entre aquellas plazas que quedan libres. Deberás indicar el tipo de vehículo y facilitar tu nombre, tu correo electrónico, un teléfono de contacto y la matrícula del coche. Hay una casilla especial para coches alquilados.
Tras proceder al pago, la web genera un localizador y una factura que debes imprimir o guardar en tu móvil, y que para evitar que se extravíe te enviará a tu correo electrónico. El localizador o código QR te permitirá acceder al parking y liquidar en la caja cuando vayas a salir, abonando, en su caso, el tiempo que hayas estado estacionado de más.
Todos estos parkings tienen un teléfono de atención al público donde podrás resolver tus dudas y recabar información. Algunas páginas de reserva tienen un chat incorporado en el que un operador te asesora e informa sobre la opción que mejor se ajusta a tus necesidades.
La reserva se puede anular. En algunas webs la anulación es gratuita en un plazo mínimo de entre 24 a 48 horas sobre la hora fijada de entrada. En este caso te abonan el dinero anticipado por la misma vía por la que realizaste el pago.
Los parkings de aeropuertos y estaciones centrales de Renfe prestan este servicio. También es frecuente que lo utilicen recintos feriados y palacios de congresos. Muchos parkings privados situados en zonas céntricas o muy transitadas ofrecen esta opción. Las cadenas que tienen varios parkings repartidos por la ciudad te permiten reservar plaza en cualquiera de sus instalaciones desde el mismo portal de internet, e incluso puedes descargar aplicaciones en el móvil desde las que realizar las gestiones.
Todos los conductores que alguna vez hemos ido a la capital con nuestro coche sabemos que aparcar en Madrid es un quebradero de cabeza. Los madrileños conviven con esa realidad a diario. Buscar un parking a última hora implica aceptar cualquier plaza que encontremos, a menudo a precios desorbitados y en condiciones que no nos satisfacen. Al reservar plaza en un parking nos anticipamos a vivir esa situación.